miércoles, 11 de junio de 2014

Nomenclátor


Centro social. Inmueble allanado por no más de una veintena de ultraizquierdistas, que establecen allí su guarida invocando el derecho a techo y desde donde difunden propaganda antidemócrata mediante asambleas, cinefórums y fiestas.

Modelo de ciudad (ausencia de). Sintagma al que aluden los allanadores para justificar su allanamiento, en el sobreentendido de que la ausencia de inmuebles desde los que irradiar propaganda antidemócrata mediante asambleas, cinefórums y fiestas es una provocación del sistema.

Desalojo. Desalojo.

Violencia. La quema de unidades móviles de televisiones, el apedreamiento de escaparates de comercios y el corte de calles con contáiners incendiados no es violencia, sino, al decir de los violentos, una expresión de violencia. Se trata, en fin, de asimilar el lenguaje del modelo de ciudad al del terrorismo etarra, que siempre tuvo el tiro en la nuca por expresión de violencia.

Pacífica. Dícese del cariz de la manifestación convocada por los allanadores en respuesta al desalojo ordenado por las autoridades, en la que se corean consignas contra la policía, la democracia (burguesa) y la prensa (burguesa).

Violencia 2. El monopolio de la violencia lo ejerce el Estado. Que un filoterrorista como David Fernández, el sandalio de la CUP, equipare la violencia de los Mossos a la violencia de los violentos; que este individuo, en fin, afirme sin inmutarse que un servidor del orden pueda equipararse al más gallardo levantador de piedras da cuenta del coladero que está siendo nuestra bendita democracia.

Vecinos. Uno de los rasgos que caracterizan a todo colectivo filoterrorista es la certidumbre de que no está solo, de que los vecinos y los lugareños y los ciudadanos les apoyan; de que el mundo, en fin, es aire de su aire. De hecho, el filoterrorista (ver Violencia) no es sino producto de una frustración que nadie hasta ahora se había atrevido a denunciar. El barrio entero, ay, clamaba por un concierto de La Polla Records, suspiraba por que cientos de punkies se mearan en los portales, pero, claro, hasta que los okupas no llegaron no hubo forma. Se mire por donde se mire, un inmueble okupado es, ahora y siempre, el jirón de un sueño.

Democracia. Democracia.


Libertad Digital, 28 de mayo de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario