Un año más, y esta vez pese al cobro de entrada, el macrobotellón a lo Fura dels Baus que es la tomatina de Buñol ha puesto a España en el mapa por lo que realmente somos: un hatajo de cafres carentes de método. Los 10 euros por asistente no sólo no han hecho peligrar el éxito del tiberio, sino que han permitido al Ayuntamiento recuperar la inversión inicial, cifrada en 140.000 euros. La reducción del aforo, que ha pasado de 50.000 a 20.000 personas, ha propiciado que el primer camión de tomates llegara al punto de arranque en tan sólo 10 minutos, frente a los 40 habituales, por lo que el comienzo de la batalla se ha adelantado a la hora prevista.
Por lo demás, no parece que la tomatina haya incorporado plus alguno con vistas a satisfacer las expectativas de los tomatineros premium. Como otros años, los proyectiles correspondían a la variedad pera roma, de uso común en la industria conservera, y procedían de la empresa castellonense Citrimed, que los cultiva ex profeso en los términos municipales Xilxes, Almenara, Moncofa y Benicarló. Es decir, los 10 euros no daban derecho a bombardear al prójimo con tomates raf muchamiel. Ni a eso ni a un vídeo personalizado con las escaramuzas en que se haya visto envuelto el participante o a un descuento del 20% en una improbable ruta del gazpacho. Con todo, las entradas se han agotado; entre otras razones, porque no hay forma humana de ‘bajarse’ la tomatina ni un pueblo vecino donde se celebre una tomatina fake ‘gratis total’.
Y, sin embargo, ante la posibilidad de que los periódicos adopten esa misma estrategia, no faltan gurús que defiendan que la pretensión de cobrar por lo que se venía ofreciendo gratis es una temeridad, y que, en todo caso, el paywall no debe ser una imposición, sino fruto de un pacto con el lector. En adelante, y frente a esos y otros argumentos en favor de la gratuidad, no quedará sino emprenderla a tomatazos.
(Coda: En el caso de Buñol, la cosa era inevitable, aseguran los regidores de un tripartito formado por Esquerra Unida, Partido Socialista e Izquierda Alternativa. Las arcas municipales están a dos velas. […] La privatización, añaden, es la única salida. […] De los 10 euros que cuestan las 15.000 entradas, que se agotaron a mediados de esta semana, el 15%, irá a parar a las arcas de una empresa privada, de nombre Spaintastic. Pero los beneficios de esta empresa, a la que se le adjudicó a dedo la gestión de la venta de tiques, serán mayores. El País, 25 de agosto de 2013; "Fiestas populares, SA")
Libertad Digital, 28 de agosto de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario