miércoles, 2 de noviembre de 2016

No future

Y aun así, qué piadosa es la prensa con la muchachada. Si Espinar fuera un pepero valenciano no se hablaría de compra-venta de un piso con saldo favorable de 30.000 euros, sino de pelotazo inmobiliario, sintagma del que colgarían voces como 'maquinación', 'especulación' y quién sabe si 'testaferro'. El hilo no presenta nudos gordianos: el padre de Espinar, Ramón Espinar Gallego, pertenecía al consejo de Caja Madrid, donde también se sentaba José Caballero Domínguez, a la sazón alcalde de Alcobendas, el municipio promotor de las viviendas que nos ocupan. No hay que echarle mucha imaginación para intuir que el "Óyeme, Ramón, ¿tu hijo no buscaba piso?" se habría convertido, en la salvífica germanía de La Sexta, en una red de tráfico de influencias que implicaría a altas instancias de la banca. Teniendo en cuenta la posibilidad de que Espinar Sénior se valiera de fondos black, y dado que Caballero Domínguez, viejo apóstol de la igualdad salarial, se pasó en 2011 del PSOE a UPyD, al presunto saqueo se añadiría el seguro transfuguismo. ¿Una compra-venta ilegítima? ¿Un asuntillo de doble moral? Probablemente, pero habrá que hacer constar, siquiera para los amantes de la estadística, que no es ése el rasero que se venía aplicando en España.

La corrupción a que apunta el caso, no obstante, no es sólo la que se deriva de especular con vivienda protegida. Más trascendente resulta que el apocalipsis que fueron pregonando los dirigentes de Podemos, y que les abrió las puertas de las televisiones, primero, y de las instituciones, después, quede desmentido con sus propias vidas. Lo ha dicho, en antológica greguería, el periodista Rafa Latorre: "Una juventud sin futuro, sí, pero con próspero presente". De esa misma impostura, por cierto, es tributaria la opinión de que Cebrián pretende influir en las primarias de Madrid. ¡Cebrián, el último errejoner, ahí es nada! Hoy Espinar ha sido trending topic mundial y con esto los cielos ya irían quedando más que asaltados.


Libertad Digital, 2 de noviembre de 2016

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