martes, 3 de noviembre de 2015

Entrevista a Raúl Tamudo


Raúl Tamudo fue uno de los últimos goleadores suburbiales del fútbol español. El 27 de mayo de 2000, en Mestalla, vio a su ex compañero Toni toquetear el balón y olió sangre; luego de que el guardameta lo botara con aire funcionarial, se lo rebañó con la cabeza y anotó el gol más granuja de la historia. Su repertorio, sin embargo, no se ciñe al oportunismo: los metió buenos, bonitos y baratos, aunque su especialidad fueron los cruciales. Otro de sus calambrazos despejó el camino al Espanyol para hacerse con su segunda Copa del Rey, y su afán depredador aún le daría para arrebatarle una Liga al Barça ante 90.000 espectadores (el célebre Tamudazo) y salvar al Rayo de un descenso seguro. La mayoría de esos tantos los marcó con arreglo al manual de Hugo Sánchez, esto es, a un toque. Por lo común se los fabricaba él solito a base de buscarse la vida como un zahorí del extrarradio, mas nunca fue tan dichoso como cuando tuvo a Iván de la Peña de proveedor. "'Tú corre, que yo ya te la pondré', me decía. Era la hostia porque daba igual donde estuviera; yo me metía en el área entre mil defensas y de repente me giraba y tenía el balón pegado a la bota." En el bar de la Rambla del Raval en el que conversamos, el tintineo de la tragaperras pone banda sonora a su carrera. Con ustedes, Raúl Tamudo Montero.


Jot Down Smart, 1 de noviembre de 2015

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