viernes, 15 de marzo de 2013

Ibuprofenia

Barcelona acogió la semana pasada el congreso farmacéutico Infarma, organizado conjuntamente por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, en lo que el presidente del colegio barcelonés, Jordi de Dalmases, definió como "un ejemplo de lo que significa sumar". La frase, no obstante, llevaba adherida una rémora: "... lo que significa sumar", dijo De Dalmases, "más allá de otras concepciones que se pueden tener en cuenta cuando se habla de las dos ciudades". La clásica prevención, en fin, que de un tiempo a esta parte ha ido viciando el lenguaje de las gentes, hasta supeditar los afectos entre iguales a la gramática concesiva del "pues para ser madrileño no eres mala persona". Lo que no imaginaba De Dalmases era que ese "más allá", esas "otras concepciones" acabarían enmarañadas con la defensa de sus intereses gremiales.

No en vano, el mismo día en que el presidente del COFB celebraba (la mano en la cartera, hum) la colaboración con los farmacéuticos madrileños, el consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, Boi Ruiz, declinaba toda responsabilidad ante el impago de más de 300 millones de euros a los farmacéuticos catalanes. También Ruiz aludió en su ablución a dos ciudades: "No tenemos dinero y, por mucho que todos vengan a llamar a la puerta de la Generalitat, difícilmente podremos dar respuesta, por lo que debemos ir todos juntos a llamar a la puerta de quien nos debe pagar". El consejero respondía de este modo, con un enérgico manifiesto soberanista, a la discreta protesta de los farmacéuticos, que, por lo demás, lamentaron que Ruiz no hubiera acudido a la inauguración del congreso, como estaba previsto, y en su lugar hubiera enviado a una valida.

Este miércoles, los farmacéuticos catalanes han acordado, por un 97% de los sufragios emitidos en las respectivas asambleas provinciales, reclamar por vía judicial a la Generalitat de Cataluña los intereses de demora. A la misa hora en que los farmacéuticos votaban, el Parlamento de Cataluña resolvía por 135 votos (77%) "iniciar un diálogo con el Gobierno del Estado para posibilitar la celebración de una consulta a la ciudadanía catalana para decidir sobre su futuro". Así lo escribo, como una noticia de las que en la profesión suelen llamarse duras, pues la realidad en Cataluña empieza a ser tan obscena que basta esparcir unos cuantos hechos para que se haga la vergüenza.


Libertad Digital, 13 de marzo de 2013

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