martes, 4 de julio de 2017

Las hijas de papá van a USA a subrogar

Uno de los aspectos de la gestación subrogada en que no se ha hecho suficiente hincapié es el de la igualdad de oportunidades. Quienes diciéndose de izquierdas se oponen a esta práctica suelen esgrimir, a modo de segunda salva argumental, la inexistencia de una verdadera igualdad, condición inexcusable para que cualquier decisión al respecto se adopte libremente. Se trata, por cierto, de una objeción análoga a la que cimentó el ideario de Podemos, para quien tampoco puede hablarse de verdadera democracia. De hecho, y de modo semejante a la Ley de Godwin, que establece la proclividad de que, en un debate, uno los contendientes llame "¡fascista!" a su adversario, cualquier discusión con la izquierda real encalla en la ausencia de libertad, igualdad y aun fraternidad reales.

Detrás de esa convicción no hay más que una cosmovisión antediluviana, un mundo dividido entre un puñado de explotadores de panza, puro y chistera, según los representó Perich, y un enjambre de miserables, esos pobres del mundo a los que invocan y siguen invocando sin vergüenza ninguna, quienes entonan (siempre en domingo) La Internacional. Si frente a esa evocación pulsan la tecla F5 se les aparecerán el columnista Roto, el novelista Simón (los bomberos no temen por su vida sino por llegar tarde al curro) y la cuentista Fallarás. Como dice Ferran Caballero en su extraordinario Maquiavelo para el siglo XXI a propósito del PSOE, y en una observación que vale también para el desnorte de la general izquierda, "su crisis no es de imagen, ni de carisma ni de falta de relato, sino profunda, ideológica y de falta de proyecto".

Sólo así se entiende la oposición a un tipo de reproducción asistida cuyo rasgo primordial, aquí y ahora, es que la mayoría de sus beneficiarios son ricos, término que, en el caso de Cristiano Ronaldo, Miguel Bosé, Tita Cervera o Kike Sarasola, es más bien un eufemismo. No en vano, sólo contratando la subrogación en el extranjero (léase Estados Unidos) consiguen los padres ser reconocidos como tales. (Dicho sea de paso: la gestación por sustitución en España no está prohibida, sino declarada nula de pleno derecho.) ¿Cómo era aquéllo, "Las niñas de papá / van a Londres a abortar"? Pues en esa ruedecilla de hámster se ejercita hoy la progresía, con la salvedad de que la jaula, esta vez, la han construido ellos.


Libertad Digital, 4 de julio de 2017

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